El caso se había complicado. Todo estaba
oscuro, no podía ver nada. Quizás porque ya no sabía qué dirección tomar en el
asunto o porque me habían cortado la luz. La cosa es que cuando me apuntó con un
arma mis deducciones se fueron a la basura, como un condón usado. No, como una
servilleta, con semen.
Pero me estoy adelantando. Todo comenzó un martes. La noche anterior me había quedado hasta altas horas de la madrugada bebiendo whisky, luego de que un repartidor de diarios me explicara que como los jueves eran los nuevos viernes, los lunes eran los nuevos domingos, y puesto que bebo todos los días, me emborraché hasta perder el conocimiento. Desperté en mi oficina, eran las cuatro de la tarde y el teléfono no paraba de sonar. Cuando contesté me preguntaron por una tal señora Tina, les dije que no la conocía, pero quienes estaban al otro lado se rieron y me trataron de sucio. De sucia en realidad, de cochina. Sospechoso. Barajé las diferentes opciones y lo más probable es que fuera una advertencia en clave de uno de mis informantes. Debía estar alerta.
Luego de lavarme los dientes, me fumé un cigarrillo para quitarme el mal sabor de la boca. Encendí la radio y sintonicé la 88.8 XM, ‘Clásicos del Rock Nacional’. Sonaba el éxito de los 90 ‘La Flor del Jardín de tu Belleza’ de ‘Inodoros Sucios’ cuando alguien llamó a la puerta. Para mi sorpresa, era una mujer. Era rubia y llevaba un vestido negro ajustado.
Pero me estoy adelantando. Todo comenzó un martes. La noche anterior me había quedado hasta altas horas de la madrugada bebiendo whisky, luego de que un repartidor de diarios me explicara que como los jueves eran los nuevos viernes, los lunes eran los nuevos domingos, y puesto que bebo todos los días, me emborraché hasta perder el conocimiento. Desperté en mi oficina, eran las cuatro de la tarde y el teléfono no paraba de sonar. Cuando contesté me preguntaron por una tal señora Tina, les dije que no la conocía, pero quienes estaban al otro lado se rieron y me trataron de sucio. De sucia en realidad, de cochina. Sospechoso. Barajé las diferentes opciones y lo más probable es que fuera una advertencia en clave de uno de mis informantes. Debía estar alerta.
Luego de lavarme los dientes, me fumé un cigarrillo para quitarme el mal sabor de la boca. Encendí la radio y sintonicé la 88.8 XM, ‘Clásicos del Rock Nacional’. Sonaba el éxito de los 90 ‘La Flor del Jardín de tu Belleza’ de ‘Inodoros Sucios’ cuando alguien llamó a la puerta. Para mi sorpresa, era una mujer. Era rubia y llevaba un vestido negro ajustado.
–Busco al Detective Frank Hudson –dijo, y
entonces deduje que me estaba buscando a mí.
La hice pasar y antes de poder sentarme me lo
contó todo. Su marido había desaparecido hace tres semanas, sin avisar. La
policía no quería involucrarse ya que el hombre en cuestión era muy influyente
dentro de la política, era uno de los hijos del ex presidente Zañartu. La mujer
no sabía a quién acudir y yo era su última esperanza. Al decir esto rompió en
llanto, se notaba su impotencia.
–Yo la abracé con aparente empatía, esperando
que no notara mi erección… momento, ¿eso lo narré o lo dije en voz alta?
La mujer me tomó de los hombros y me empujó,
dándome una mirada coqueta (o de asco, no me acuerdo). Al retirarse me entregó
una foto de su marido, Eduardo Zañartu Jr. A quien reconocí porque había visto
otra foto suya en el [periódico de Santa Brígida que no vamos a mencionar].
Me puse a buscar por toda mi oficina aquella
hoja de diario, debía estar por alguna parte en el piso (no tengo baño). Cuando
la encontré, supe que era una pista importante. Aparentemente, Zañartu Jr.
Estuvo involucrado en un escándalo hace unos meses con la vedette argentina
Antonella Grassi, con quien le habría sido infiel a su mujer. Lo curioso, es
que el nombre de la mujer no aparecía mencionado en ninguna parte, así como
ella no me lo mencionó a mí.
Me di un largo baño de agua fría y salí en
busca de la vedette. Después volví a entrar, me vestí y salí de nuevo.
Continuará…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Por qué alguien eliminaría su comentario? ¿Qué demonios dijiste?
Eliminar