Crítica Cinematográfica: “McLiam, policía sin ley” (Damián Salinas).

George McLiam es un policía que sigue sus propias reglas. Luego de asesinar a Benito Malloni, el líder de la mafia, utilizando un bebé recién nacido y una resortera, es obligado a renunciar por el comisionado Anderson, que siempre cuestionó sus métodos. Es entonces cuando McLiam debe enfrentarse a la vida de civil y consigue empleo en una tienda de abarrotes, donde se enamora de Linda, una clienta habitual, con la que se casa y tiene cuatro hijos. Pero cuando todo parece ir bien, McLiam descubre que su matrimonio ha sido una mentira, el verdadero nombre de Linda es Alessandra Malloni, hija del difunto Benito Malloni y sus hijos son en realidad enanos disfrazados. Así comienza la película.